Sociedad
Una concurrida y emocionante procesión cerró una nueva Fiesta del Milagro en Salta

Una concurrida y emocionante procesión cerró una nueva Fiesta del Milagro en Salta

Se estima que la actividad tuvo una concurrencia estimada en 700 mil personas. "Si los ciudadanos obramos así, construiremos un mundo mejor", indicó el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello.

Las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro recorrieron las calles de la ciudad de Salta, en una multitudinaria y emotiva procesión que se desarrolló en una jornada soleada y calurosa, en el marco de una de las fiestas religiosas más convocantes del país, con una concurrencia estimada en 700 mil personas, según dijeron fuentes policiales.

"Elegir es un acto de amor a la Patria, no una reacción ni una batalla", expresó el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, quien consideró que hay que prepararse "con seriedad" para ese momento.

El arzobispo habló, al promediar la procesión, en el Parque 20 de Febrero, de la capital salteña, donde se celebró la Renovación del Pacto de Fidelidad con el Señor y la Virgen del Milagro, en un acto del que participó el gobernador Gustavo Sáenz, y el nuncio apostólico en Argentina, Miroslaw Adamczyk, entre otros.

Durante su homilía, Cargnello afirmó que "el futuro de nuestra Patria está en las manos y en el corazón de cada uno de los argentinos, llamados a elegir el futuro inmediato", y sostuvo que cuando la Iglesia "reza por la Nación, pide honestidad para los ciudadanos, y para los que llegan a ser gobernantes pide también prudencia".

"La honestidad comporta no mentir, no engañar, no robar, no hacer trampa, y es más que eso, implica mostrar respeto hacia los demás y tener integridad y conciencia de sí mismo", dijo, y agregó: "Si los ciudadanos obramos así, construiremos un mundo mejor".

Luego, explicó que "la prudencia es la virtud del obrar bien aquí y ahora, conoce la realidad y actúa teniendo en cuenta a las personas y sus circunstancias, sabe adelantarse a los acontecimientos escuchando y discerniendo qué es bueno en este momento para los demás".

"En esta hora estamos llamados con especial urgencia a ser prudentes, para decidir pensando en el bien de todos los argentinos de hoy y del futuro", resaltó Cargnello, al tiempo que señaló que "nuestro objetivo no puede ser el interés de un grupo o sector".

El religioso destacó "la fuerza de los peregrinos que llegan al Milagro", que "impulsados por su fe y venciendo con fortaleza todo tipo de inclemencia, crean en el ambiente social de nuestra Salta un clima de fraternidad que deseamos sea transformador de los vínculos sociales".

Asimismo, manifestó que "el frío intenso, el viento inclemente, el cansancio no son obstáculos, todo se vence cuando el amor es el que mueve", y señaló que "en un tiempo difícil de nuestra historia, marcado por la inseguridad económica y social, Salta vive una experiencia que es una ofrenda a la Patria entera".

Tras la renovación del Pacto de Fidelidad, se entonaron las estrofas del Himno Nacional y las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro iniciaron su retorno a la catedral basílica, donde el nuncio apostólico en Argentina impartió la bendición.

La celebración

La procesión comenzó a las 15.15, cuando salió la Cruz Procesional de la Catedral Basílica Mayor de Salta, y quince minutos después hizo lo propio la imagen de la Virgen de las Lágrimas, mientras que cerca de las 16 partió la Virgen del Milagro, sobre una nube de claveles blancos, que fue recibida por una plaza 9 de Julio colmada de fieles, que la saludaron con agitados pañuelos blancos.

La última imagen en salir del templo, a las 16.30, fue la del Señor del Milagro, acompañada por Cargnello; monseñor Adamczyk y el gobernador, entre otras autoridades eclesiásticas y gubernamentales.

Con su base de claveles rojos, la imponente imagen de tamaño natural, que llegó a Salta en septiembre de 1592, enviada por Fray Francisco de Victoria desde Europa, también fue recibida por una marea de pañuelos blancos, además de campanadas y sirenas.

La tradicional fiesta religiosa, que este año se realizó bajo el lema "Milagro, camino que renueva nuestra fe y nuestro bautismo", cumple 331 años de historia, desde que los temblores que afectaron al actual territorio de la provincia de Salta cesaron con la salida del templo del Cristo Crucificado, en 1692.

Las imágenes recorrieron unas 30 cuadras en procesión y al regresar a la Catedral fueron despedidas con campanadas, la caída pétalos de claveles desde el campanario, celulares encendidos y pañuelos en alto, en una plaza colmada de seguidores, para dar paso así a la Misa del Peregrino, con la que cada año cierra la festividad.

Hasta el jueves arribaron a la Catedral de Salta, para el encuentro con las imágenes, más de 200 peregrinaciones con unos 80 mil peregrinos de distintos puntos del territorio salteño y de otras provincias, en bicicleta, a caballo y fundamentalmente a pie, en emocionantes demostraciones de fe y devoción.

"Si los ciudadanos obramos así, construiremos un mundo mejor"
Monseñor Mario Cargnello

Este movimiento de peregrinos dispara cada año una enorme red de solidaridad, con voluntarios que trabajan con distintas instituciones, especialmente organizados para recibirlos, atenderlos y proporcionarles alimentos y elementos básicos para su estadía en Salta, además de vecinos que los encuentran a su paso, para ofrecerles su asistencia.

Todo este movimiento que genera la Fiesta del Milagro le da a la provincia de Salta, y en especial a la ciudad capital, una fisonomía diferente durante septiembre, ya que moviliza a gran parte de la comunidad salteña.

El jueves, en el recientemente instituido por ley Día Provincial del Peregrino, fue incesante el paso de fieles a los pies de las sagradas imágenes, y se constituyen así en un fenómeno difícil de dimensionar, que crece con cada edición de la Fiesta del Milagro.

En la mañana de este viernes se desarrolló, en el atrio de la Catedral Basílica, una emotiva misa estacional en el marco de la tercera jornada del denominado Triduo de Pontificales, para celebrar la Solemnidad del Señor del Milagro, que celebró el nuncio apostólico.

También estuvieron el obispo de Jujuy, César Daniel Fernández; el obispo de Cafayate, Darío Quintana; y los obispos eméritos de Venado Tuerto, Gustavo Help; y de Iguazú, Marcelo Martorell, entre otros religiosos.

Por esta celebración, hoy es feriado provincial en Salta, y los supermercados cerraron sus puertas a las 14, mientras que los comercios agrupados en la Cámara de Comercio e Industria de Salta, en la Cámara de Corralones y Afines, los centros comerciales, las cadenas de electrodomésticos y los supermercados mayoristas permanecieron cerrados toda la jornada.

Un importante operativo de seguridad fue especialmente diseñado para esta ocasión, con unos 9.000 efectivos policiales afectados, de los cuales 5.600 permanecieron en el recorrido de las imágenes.

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