Minutos que se hicieron eternos, con gritos y una verdadera locura. Todo eso se vivió en una formación del tren Roca, en Gerli, durante la tarde de este miércoles feriado, cuando barras de Racing irrumpieron y atacaron a puñaladas a un grupo de colombianos, también barras, de Deportivo Cali.

El sangriento ataque se produjo alrededor de las 17 y dejó a ocho personas heridas, una de ellas identificada como Jeason Mendoza, quien por las graves heridas debió ser trasladado de urgencia al Sanatorio Finochietto de la Ciudad de Buenos Aires, donde quedó internado y lucha por su vida.

Los hinchas de Cali se encuentran en el país dado que su equipo debe enfrentarse a Boca por Copa Libertadores este jueves y habían llegado hace varios días atrás, tiempo que aprovecharon para recorrer estadios de clubes argentinos, entre ellos el Cilindro de Avellaneda, donde robaron una bandera de Racing que estaba atada al alambrado.

El «trapo» que se llevaron los colombianos pertenece a la facción de Villa Corina, en Avellaneda, una de las agrupaciones disidentes de la barra de la Academia, que tiene unos 500 miembros y cuenta con un historial sngriento, de internas dirimidas a balazos.

Al día siguiente, viralizaron un video en las redes sociales burlándose y desafiando a sus pares de la Academia. En otros posteos, publicaron fotos frente al Obelisco con barras de Nueva Chicago, buscando apoyo local ante un eventual enfrentamiento. La provocación, no tardó en hacer efecto: los de Avellaneda los amenazaron de muerte y prometieron venganza, que se terminó concretando en Gerli este miércoles.

Cómo se gestó el ataque de los barras de Racing a los de Cali
Las barras de ambos equipos habían coordinado enfrentarse en el Obelisco o alrededores. Los colombianos comenzaron a concentrarse en esa zona desde las 15 pero al ver que el lugar se iba «poblando» de camisetas albicelestes decidieron dispersarse en grupos para no «regalarse», organizándose por grupos internos de WhatsApp.

En simultáneo, un grupo de la facción barra brava «Los Pibes de Racing» tenía el dato de que los supuestos ladrones del «trapo» se encontraban viviendo desde hacía unos días en una casa de El Jagüel, en Esteban Echeverría, zona sur del Conurbano. Se apostaron, entonces, en la estación de tren para intentar detectar si aparecía gente identificada con los colores del equipo colombiano. Y así pudieron ver a un grupo que abordaba una formación hacia Plaza Constitución.

Así, comenzaron a seguirlos sigilosamente mientras daban aviso a otros grupos de barras de la Academia que se encontraban en Villa Corina, en Avellaneda, esperando indicaciones para actuar. Cuando el tren llegó a la estación de Gerli, los barras de Racing entraron en el vagón, ordenaron al resto de los pasajeros que se alejen porque «no era con ellos» y atacaron a facazos a los colombianos.

Todo sucedió en cuatro minutos. Ese fue el tiempo que pasó desde que la gente, horrorizada, dio aviso a las autoridades y arribó la Policía Federal (que tiene jurisdicción en la traza ferroviaria de Trenes Argentinos). Sin embargo, al llegar, los agresores ya se habían ido. Ahora, temen que continúen los enfrentamientos e incluso, en lo deportivo, hay chances de que el conjunto «cafetero» y el de Avellaneda puedan enfrentarse en Copa Sudamericana.