Francia se enfrenta este sábado a la quinta noche de disturbios tras la muerte de un joven de 17 años que fue tiroteado por la Policía en Nanterre, al oeste de París, después de negarse a detener el coche que conducía. Según ha anunciado este sábado el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, unos 45.000 policías y gendarmes van a ser movilizados para garantizar la seguridad de los ciudadanos y evitar que las protestas se descontrolen.

«Hemos puesto muchos recursos en Lyon y Marsella, sin dejar desprotegido al resto», ha explicado Darmanin.

De hecho, según informa en estos momentos la BBC, los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía ya han comenzado en Marsella. Según las imágenes que se están publicando en las redes sociales, los agentes se están moviendo por el centro de la ciudad, vestidos con equipos antidisturbios, mientras se produce el saqueo de tiendas. De hecho, según la agencia AFP, al menos 14 personas han sido detenidas durante un intento de asalto a la calle de La Canebière, una de las principales avenidas de Marsella.

La noche del viernes al sábado se saldó con 994 personas detenidas en todo el país y 79 policías heridos. Macron se ha visto obligado a aplazar su visita de estado a Alemania

Para intentar frenar los altercados, se prevé el despliegue de vehículos blindados, helicópteros y del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) en respuesta a las peticiones de los ayuntamientos de las ciudades de Lyon y Marsella.

La quinta noche de disturbios en Francia se produce después de que se haya celebrado este sábado el multitudinario funeral de Nahel M. y de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, haya anunciado que retrasa su visita de Estado a Alemania, para así monitorizar de cerca la situación.