Sociedad
Peregrinación a Luján: con barbijo, distancia y tramos más cortos

Peregrinación a Luján: con barbijo, distancia y tramos más cortos

Este año, en su edición número 47, se hace este sábado bajo el lema “Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo”.

Los 70 kilómetros que unen a la Capital con la ciudad bonaerense son testigos de la marcha de cientos de miles de caminantes que se dirigen hacia el la tradicional Basílica. Este año, en su edición número 47, se hace este sábado bajo el lema “Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo”.

“Es una gran alegría poder hacer esta caminata, hay una sensación de desahogo porque el año pasado no pudo hacerse y realmente es algo importante para la vida de muchas personas ir hasta la casa de la Virgen para pedir, para agradecer, el poder hacerlo trae un gran entusiasmo”, señala el padre Juan Bautista Xatruch, coordinador de la peregrinación y rector del Santuario Jesús Misericordioso de Villa Urquiza.

Este año, la procesión tiene matices diferentes por los cuidados que impone la pandemia del nuevo coronavirus. Para evitar la concentración de feligreses, esta vez la salida de la imagen cabecera de la Virgen desde la Parroquia San Cayetano, en Liniers, en Cuzco 150, será a las 8, en lugar del mediodía como se hacía habitualmente. Allí, a pesar de que la iglesia permanece cerrada, monseñor Juan Carlos Ares es el encargado de dar la bendición a los caminantes. Muy cerca, a un poco más de 13 kilómetros, la imagen cabecera realizará su primera parada en la Catedral de Morón para dirigirse a las 10 a la Plaza Buján, a pocas cuadras de la estación de Paso del Rey. Allí se quedará durante todo el día, en un espacio verde muy amplio para los peregrinos que quieran acercarse a dejarle sus oraciones, peticiones y ofrecerle sus agradecimientos. Al anochecer, la imagen será traslada hacia la Basílica.

En tanto que los primeros fieles que lleguen a Luján, podrán participar de la celebración de diferentes misas que comenzarán a partir de las 21. Estas se sucederán en la plaza Belgrano, justo frente al santuario, cada una hora y media durante toda la noche para evitar la concentración de personas en una sola ceremonia. Si bien este año no habrá una misa central para resguardar la seguridad sanitaria, el domingo a las 7, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, presidirá en la plaza la celebración en honor a la Virgen para concluir la peregrinación.

Desde la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, que organiza la peregrinación, recomiendan tres medidas de cuidado durante la procesión: el uso de barbijo, la distancia social y contar, por lo menos, con una de las dos dosis de vacuna contra el Covid-19. También proponen realizar trayectos más cortos, por ejemplo, aconsejan comenzar la peregrinación desde Merlo, Moreno, La Reja o General Rodríguez. Esto disminuye el esfuerzo físico y la consiguiente demanda de la respuesta sanitaria. En esta edición, respecto de las anteriores, se reducirá en un 50% el personal médico y de enfermería, que están afectados al trabajo en la pandemia.

Otra novedad es que se bajará la imagen original de la Virgen de Luján de su altar para ser colocada en la puerta principal del santuario donde recibirá a los fieles. Si bien la basílica permanecerá cerrada, se abrirán las rejas que la rodean para permitir el paso de los caminantes. Hay que tener en cuenta que todas las misas, confesiones y bendiciones serán en la plaza y para evitar concentraciones y circular en forma segura, se recomienda estar atentos a las indicaciones de los voluntarios y de la cartelería. Se sugiere a los peregrinos que una vez que tengan contacto con la imagen de la Virgen se retiren en forma rápida del área para permitir el paso de otros fieles.

Además, quienes lo deseen podrán ser bautizados en el Puesto del Seminario de Buenos Aires, ubicado en el cruce de la Ruta N˚7 y N˚6.

Se podrá seguir la procesión en forma virtual a través @LaPereLujan en YouTube, Twitter, Facebook o Instagram y en las redes sociales del santuario @santuariodelujan. “Este año sumamos la peregrinación virtual, que es algo bueno que nos dejó la pandemia. Los que no se animen por las circunstancias u otros que no puedan hacerlo tienen a disposición este otro modo de peregrinar”, señala Xatruch. Y agrega: “Siempre decimos que la peregrinación es una muestra chiquita de lo que es la vida. La vida es un caminar que hacemos juntos, en el camino hay otros que nos ayudan y en un momento somos nosotros los que ayudamos a otros, así es la vida también”.

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